viernes, 29 de octubre de 2010

EL POSMODERNISMO





                                               INTRODUCION









Desde la década del 80, el llamado debate modernidad-posmodernidad ha estado presente en un variado campo de la producción teórica. Desde diferentes lugares, y desde una variada cantidad de disciplina, se ha intentado dar cuenta de cuál es la problemática allí presente. Desde la arquitectura, el cine, la filosofía, la política, la literatura, etc, se ha tratado de definir lo moderno y lo posmoderno, tanto desde una actitud descriptiva, como también desde prácticas productivas que se inscriben en una u otra dirección. Lo llamativo es la dificultad que existe en dar precisiones en que es lo que esta en juego en dicha polémica, y más aun en lo que concierne a poder dar definiciones abarcadoras sobre lo que es la posmodernidad. Es que muchas obras y autores han sido ubicados dentro de este campo sin que existan en apariencia, unidades coherentes. F. Jameson es consiente de esta dificultad cuando ubica a Andy Warhol y el fotorrealismo, a los Talking Heads y Terry Riley, a Godard y un nuevo tipo de cine comercial ya hasta la llamada teoría francesa, por poner algunos de los ejemplos heterogeneos que da Jameson, perteneciente a la cultura posmoderna.(1)






Quizás el debate central, desde el punto de vista teórico-p;filosófico, ha girado en torno a Habermas y el denominado "posestructuralismo" frances. O más precisamente a los ataques de Habermas a los "jóvenes conservadores" y la respuesta, que desde ese campo, ha dado Lyotard. No ingresaremos aquí en los pormenores de dicho debate, pero sí retomaremos algunos elementos de lo que ha dado cuenta Huyssen en "Guia de la posmodernidad", y que permite, por un lado, ubicarnos en esta problemática, y por otro, entrar a una de las cuestiones por las cuales se puede hablar de una cultura posmoderna: la del papel de los medios de comunicación en una cultura contemporánea fuertemente estetizad".








 Quizás el debate central, desde el punto de vista teórico-p;filosófico, ha girado en torno a Habermas y el denominado "posestructuralismo" frances. O más precisamente a los ataques de Habermas a los "jóvenes conservadores" y la respuesta, que desde ese campo, ha dado Lyotard. No ingresaremos aquí en los pormenores de dicho debate, pero sí retomaremos algunos elementos de lo que ha dado cuenta Huyssen en "Guia de la posmodernidad", y que permite, por un lado, ubicarnos en esta problemática, y por otro, entrar a una de las cuestiones por las cuales se puede hablar de una cultura posmoderna: la del papel de los medios de comunicación en una cultura contemporánea fuertemente estetizada.

Habermas sostiene que existe un clima generalizado de crítica a la cultura moderna, y que la desilusión por el fracaso de los programas que abogaban por la negación del arte y la filosofía, se han convertido en un pretexto para posiciones conservadoras. Para este autor, la posmodernidad, en realidad, se presenta como anti-p;modernidad. En este sentido, Habermas arremete contra el antimodernismo de los "jóvenes conservadores", luego de distinguirlo del "premodernismo de los viejos conservadores" y del "posmodernismo de las neoconservadores".

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